Boconó: policromia andina.

En Boconó se conjuga la belleza que brindan unos cerros matizados de verdes durante todo el año, excepto entre noviembre y enero, cuando se cubren de un rosa fuerte que hacen sentir la proximidad de las festividades decembrinas, con una arquitectura híbrida, añeja y moderna, siempre presta para dar su mejor cara al lente de turistas o lugareños.
Pero lo que si afirmo por experiencia personal, es que la hermosura del pueblo y su entorno natural se aprecia realmente, cuando se retorna de una ausencia prolongada. De esta manera, cada vez que regreso, y paso "Algo" Redondo como le dicen mis hijos a la cumbre carretera, comienza a proyectarse una película de paisajes profundos, recreando lejanas nubes y canosos yagrumos que alimentan el espíritu.
Se muestran pues algunos fotos que muestran pues su belleza serena y bucólica.

                                                                                  José Urbina Pimentel


No hay palabras... Digna de un Pulitzer...


La Laguna de los Cedros

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Esquina de Vargas y Sucre

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Noche boconesa


Desde El Pocito



El Valle de Boconó desde la Estrella


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